Mathare es el segundo 'slum' más grande de Nairobi. Con casi un millón de habitantes, la falta de servicios es flagrante. Allí se encuentra ubicado el centro Buen Samaritano.SEBASTIÁN RUIZEn los espacios comunitarios del 'slum', la vida social y económica es vital. Al fondo, se cuece chang'aa, un brebaje alcohólico cuyo consumo está muy extendido entre los más pobres del lugar.SEBASTIÁN RUIZPuerta del Good Samaritan Children's Home, uno de los múltiples hospicios informales que se hacen cargo de niños huérfanos en Kenia, uno de los países con mayor número de menores desamparados, 2,4 millones.SEBASTIÁN RUIZAlgunos de los 200 menores que viven y duermen en el orfanato se reúnen habitualmente en el patio interior del edificio. La falta de personal cualificado y de financiación hace que los niños pasen la mayor parte de su tiempo sin estímulos, ni programas.SEBASTIÁN RUIZLas criaturas se entretienen seleccionando los cereales que se van a cocinarse para la cena. Al menos, tienen asegurada, una comida al día. Mucho más de lo que pueden decir la mayoría de los habitantes del 'slum'.SEBASTIÁN RUIZEn una de las habitaciones, insalubre, carente de ventilación y de servicios o letrinas, pueden dormir unos 50 0 60 niños hacinados.SEBASTIÁN RUIZUna humilde hoguera sirve como cocina para preparar el desayuno y las comidas de los residentes.SEBASTIÁN RUIZLa construcción de un nuevo edificio, que albergará más habitaciones y espacios para almacenar la comida o la ropa, es posible gracias a la caridad de donantes anónimos y a los ingresos que el orfanato saca de la venta de leche de vaca. Los animales viven justo al lado.SEBASTIÁN RUIZUna docena de vacas y cabras se han convertido en el negocio que más rendimiento da al centro. Son los propios muchachos los que se encargan de cuidar y mantener limpio el establo y de ordeñar a los animales.SEBASTIÁN RUIZ
