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Adiós a Robert de Balkany, el rey de los palacios del ocio

El empresario, amigo de don Juan Carlos, trajo a Europa el modelo de grandes almacenes

Álvaro Sánchez
Balkany, junto a Aguirre, en su última aparición pública en 2012. 
Balkany, junto a Aguirre, en su última aparición pública en 2012. carlos rosillo

Creador de un imperio de centros comerciales, apasionado del polo y amigo del rey Juan Carlos, el empresario francés de origen rumano Robert Zellinger de Balkany falleció el pasado sábado a los 84 años. La fortuna de Balkany nació de una mirada, la suya, con la que observó los grandes centros comerciales que se levantaban en Estados Unidos, donde vivió durante sus estudios de Arquitectura. Él trasladó el modelo a Europa, donde posee al menos medio centenar de grandes superficies en Italia, España, Bélgica, Rumania y Francia. En este último país se afincó y fue promotor de operaciones faraónicas como la torre de Montparnasse en 1972, un rascacielos de 210 metros que levantó polémica por su ubicación en el centro de París.

En su última aparición pública en España, hace tres años, Balkany recorrió los pasillos de uno de esos centro comerciales acompañado de la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. A la chaqueta y la corbata que portaba habitualmente se unió, en aquella ocasión, una camiseta con el lema Yo confío en España, en un momento en que la desbocada prima de riesgo era todavía motivo de preocupación. "Si 45 millones de españoles pudieran mandar un mensaje al resto de Europa diciendo 'yo confío en España', cambiaría totalmente la impresión que tiene el mundo sobre este país", dijo.

Fue en el Gran Plaza 2 de Majadahonda, el enésimo centro que inauguraba de la mano de la Sociedad de Centros Comerciales y de la promotora Sociedad General Inmobiliaria de España, las empresas que presidía. Balkany se movía entre las tiendas del nuevo establecimiento como por los pasillos de su casa, no en vano llevaba realizando paseos similares 45 años, desde que en 1969 abriera al oeste de París el Parly 2, sus primeros grandes almacenes.

Ese mismo año se casaría en el Castillo de Saint-Mesme, de su propiedad, situado a las afueras de París, con la princesa María Gabriela de Saboya, un enlace al que se opuso con vehemencia el padre de ella, Humberto II, el último rey de Italia, por la condición de divorciado de Balkany, que ya había tenido una relación con la hija de un diplomático francés de la que nacieron dos niñas. Humberto II solo llegó a reinar durante 33 días, después de que Italia votara convertirse en república en 1946. Más tiempo, 21 años, duró su matrimonio con María Gabriela, del que nació su tercera hija antes de su segundo y último divorcio.

Robert de Balkany, en 1967.
Robert de Balkany, en 1967.cordon press

Durante ese tiempo, Balkany conoció a las ilustres amistades de su esposa, entre ellas el rey Juan Carlos I, que mantenía una buena relación con María Gabriela de Saboya, con la que el Monarca vivió un amor de juventud.

Las primeras inversiones de relevancia de Balkany en España no se producirían hasta 1983, con la apertura del centro comercial La Vaguada, que encargó al arquitecto canario César Manrique. Antes, a comienzos de los setenta, era ya un visitante habitual de Ibiza, donde llegaba a bordo de su yate, el Marala. El filósofo francés Yves Michaud lo nombra en su libro Ibiza mon amour, dentro de lo que denomina el grupo de hippies de lujo asiduos de la Isla, del que también formaban parte algunas de sus amistades como el rey Simeón de Bulgaria o María del Carmen Martínez Bordiú y Franco, nieta del dictador, así como personalidades vinculadas al cine y la música.

Balkany ha tenido como acompañante en sus negocios en España al exmarido de la infanta Elena, Jaime de Marichalar, su hombre de confianza en España y aún consejero de la Sociedad General Inmobiliaria de España, la promotora a través de la que Balkany levantaba los palacios del ocio, que tiene en España su segundo mercado tras Italia según informa la propia compañía. Con Marichalar compartía también la afición por un deporte, el polo, que para Balkany fue casi una obsesión. En una entrevista para la publicación argentina PoloLine, el multimillonario era tajante: "Creo que el polo es un modo de vida, no un deporte. Es la cosa más extraordinaria del mundo".

Las obras del último proyecto de Balkany en Madrid ya han empezado, el Plaza Rio 2 situado junto al río Manzanares podría ser el primero en abrirse en plena capital en la última década. Pero la férrea oposición vecinal que cree que no respeta la conexión entre barrios e incumple los planes urbanísticos ha llevado a la alcaldesa, Manuela Carmena, a modificar el proyecto inicial. En su inauguración, prevista para 2017, Balkany, el rey de los centros comerciales, ya no podrá recorrer los pasillos de los 130.000 metros cuadrados de su último monumento al consumo.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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